A Kevin Smith se le ha echado en cara muchos años el no saber dirigir. Entendiendo por dirección cinematográfica una idea muy simplista de la misma, es decir, poner la cámara y elegir un tamaño de plano, obviando aspectos tan relevantes como la dirección de actores, el sentido del ritmo, el tono, etc. Pero de acuerdo, Smith, hasta la fecha, ha sido un director muy poco original a nivel visual, incluso tosco en muchas ocasiones. Si a eso añadimos que la etiqueta que le encumbró a mediados de los 90, el de rey de la comedia independiente, se ha convertido con el tiempo en un estigma, ya que ni el público ni la industria le ha considerado para nada que no fuese una comedia gamberra, es lógico recibir con expectación su giro más radical en su carrera, Red State.
Se ha hablado de Red State como una película de terror sobre el fanatismo religioso, pero igual que la dirección no era algo tan simplón como poner la cámara en un punto, esta película no se puede circunscribir en un género concreto o un único tema. De hecho, si por algo se caracteriza esta película, es por tocar muchos palos dentro de una idea central que los auna, la de que Estados Unidos es una sociedad podrida de arriba a abajo. Para ello Smith oscila entre la comedia negra y el terror puro, pasando por el drama e incluso la sátira política sin que la cosa chirríe demasiado en lo que al tono se refiere. En ocasiones, incluso, tiene momentos realmente inspirados y potentes que giran siempre en torno a un mismo personaje, el predicador interpretado por Michael Parks, un mérito tanto de Smith, construyendo el personaje desde el guión con un monumental monólogo en su presentación mientras oficia una misa, como del propio actor que hace la película suya y la eleva por encima de sus problemas.
Como digo, Parks se convierte en el eje de la película, pero no es su protagonista. De hecho, cuando me refiero a los problemas de la película, el principal seguramente sea ese, la ausencia de un personaje protagonista. Es cierto que hay películas corales fantásticas, pero es que la estructura de la película tampoco está concebida como una película coral al uso. La película empieza con unos protagonistas, y a mitad de metraje, opta por otro distinto, y lo único que los une es ese predicador fanático e hipercabrón que ejerce de antagonista de ambos y que en realidad es quien más metraje y relevancia tiene. Dos minihistorias en una película de hora y media. Una primera con unos protas adolescentes totalmente esquemáticos y una segunda con un poli quemado que debe hacer frente a un secuestro con rehenes. En la primera parte los tres protas nos importan bastante poco, y en la segunda el poli es un prota más sólido que, sin embargo, llega a la función con 45 minutos de retraso y donde el discurso de Smith comienza a hacerse obvio y forzado.
Todo por no hablar de un final tan brusco como surrealista (aunque si uno está atento, se da una pista nada más comenzar la película) y donde la moraleja de la historia, que va más allá de que la religión es muy mala, se subraya una vez más. Smith nos habla de una sociedad donde el espíritu crítico y el indivíduo han quedado anulados por el miedo, ya sea a una represalia divina, institucional o social. El miedo es, en definitiva, el motor de una sociedad gobernada por gente sin escrúpulos. Subrayar. Subrayar. Exclamaciones. Subrayar…
Y sin embargo la peli funciona. Smith a penas se toma hora y media para narrarnos todo, lo hace con ritmo, con viveza. Y aunque a ratos su guión sea tosco y forzado, se compensa con algunas escenas cojonudas como la citada misa, con algunos secundarios currados, incluso con ese final absurdo. Smith se ha volcado en la peli y se nota. Pero, sobre todo, funciona gracias al predicador Abin Cooper, que como buen líder espiritual y fanático, cautiva, hipnotiza y aterroriza. Sólo por eso, y el riesgo de Smith por contar una historia de una forma tan poco académica y, además, probar a contar las cosas de otra manera, merece la pena.

-
http://twitter.com/Xanti82 Xanti Sarabia
-
rafaelgg
-
Dani Castillo
-
http://twitter.com/Kirblue Jesús Márquez
-
http://www.facebook.com/david.higuerocalvino David Higuero Calviño
-
New_Rodro