El año en el que el Low Cost se ha puesto de moda una película ha tenido especial relevancia en el fenómeno, Diamond Flash, de Carlos Vermut, una película complicada, a medio camino entre la genialidad y la broma pesada (o quizás a ambos extremos a la vez), una característica que es marca de la casa desde los comienzos de Vermut, que siempre mezcla un realismo brutal con situaciones totalmente surrealistas donde el drama más profundo y la comedia chorra acaban chocando con frecuencia. Escenas que a veces se hace exageradamente largas e incómodas, pero que si no fuesen así, no lograrían culminar en el efecto deseado de desconcertar, incomodar y sorprender. Un director, que inevitablemente lleva al amor o al odio, algo que ya depende de cada espectador.
Ahora vuelve al cortometraje con este trabajo hecho con los Venga Monjas, la historia de una madre que tras perder a su hija en un accidente pide a la pareja de cómicos que hagan un vídeo inspirándose en un personaje dibujado por la niña.

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http://twitter.com/DocCastellari Julio C. Sánchez
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Saorise Maine