Olympus Has Fallen, que aquí se llamó Asalto a la Casa Blanca, fue una de esas películas que podía tener un guión birrioso y tonto, pero lo llevaba todo a tal extremo que sólo quedaba la diversión como resultado. Típica película rancia, fachorra, con comunistas madafakas y norteamericanos salvapatrias con pelotas más gordas que las de un oso Grizzly, y muchas muertes, y muchas oneliners. Todo lo que un hombre muy hetero necesita para sentirse un héroe mientras se rasca la barriga en el salón. Placer culpable donde los haya.
Es por eso que su secuela la esperamos con bastante alegría. Puede pasar como con Venganza, donde las inesperadas virtudes de la primera entrega se convirtieron en rutina en la secuela y la gracia se perdió en el camino, pero tenemos cierta fe en que Gerard Butler volverá a poner su testosterona al servicio de una trama tan hueca como divertida, con algún otro traidor miserable como el que interpretó Dylan McDermott (¿o era Dermot Murloney?). De momento la cosa apunta por el buen camino en la sinopsis: “Tras la muerte del Primer Ministro Británico, su funeral se convierte en objetivo de una organización terrorista para destruir a algunos de los líderes más poderosos del mundo, devastar la capital británica y desatar una terrorífica visión del futuro. La única esperanza de detenerlos descansa sobre los hombros del presidente de los Estados Unidos (de nuevo Aaron Eckhart), su formidable jefe de los Servicios Secretos (Butler) y una agente del MI-6 (Charlotte Riley) que obviamente no confía en nadie.”
El cartel que llega como primer avance ya nos presenta una buena dosis de destrucción:
Vía Moviehole