Clark (Joshua Leonard), un joven psiquiatra recién salido de la universidad, llega a la institución mental Cunningham Hall dispuesto a desempeñar su oficio. Allí conocerá al director de la institución, el enigmático y arrogante Dr. Franks (Lance Henriksen) y a la escasa y extraña plantilla de empleados entre los que se encuentra Sara (Jordan Ladd), que parece ser la única persona medianamente normal de toda la institución y que intenta ayudar a Clark en todo lo posible. Al poco tiempo de llegar allí Clark empieza a ver cosas raras y se da cuenta de los dudosos métodos del personal, comenzará así una discreta investigación para descubrir los secretos que esconde Cunningham Hall.
Madhouse es una película de terror que posee buenos ingredientes para dar miedo, una institución mental dejada de la mano de dios, Lance Henriksen que acojona sólo con verlo pero que encima hace de director misterioso al que le mola lo paranormal, un sótano reservado para locos muy peligrosos que te cagas de miedo cada vez que bajan y un personal bastante rarito con una enfermera con muy mala leche y un guarda que se lía a porrazos con el que se sale un poco del tiesto. Lo único que desentona un poquito es el propio Joshua Leonard que se parece a Guti con esa carita de mindundi y ese peinado que le ponen.
El comienzo es bastante bueno, todo es muy misterioso y a medida que Clark va conociendo a los pacientes y cada recoveco de la institución, la cosa se va poniendo más interesante, además en esta parte inicial la película se va más por la vía de lo paranormal y lo intrigante centrando las sospechas en el Dr. Franks, que parece esconder terribles secretos relacionados con los viejos libros que lee. Poco a poco la cosa se empieza a poner bestia y empiezan a sucederse escenas gore cada vez con más frecuencia, algunas ponen los pelos de punta (sobre todo la de la silla eléctrica). La verdad es que en ese sentido la factura técnica es buena, todo lo que se refiere a maquillaje, caracterización (excepto el pelo de Joshua Leonard) y efectos especiales está bastante conseguido. En la parte final la película se desmadra totalmente, había muchas maneras de acabar la historia y de unir todos los cabos sueltos que se habían ido planteando pero al final el director y el guionista deciden optar por la opción “mato a todos porque estoy loco†dándole un giro completo a la historia para desembocar en una sangría.
En cuanto a los actores decir que no lo hacen nada mal, Joshua Leonard (The Blair Witch Project), aparte de lo que he comentado antes, está bien durante casi toda la peli pero al final flojea bastante. Jordan Ladd que hace el papel de Sara, la cuidadora guapa y normal, tiene una actuación buena, además a ésta chica parece que le molan las pelis de terror baratas porque ya la vimos en la desastrosa Cabin Fever y en la curiosa Club Desmadre. Lance Henriksen está bien como siempre pero su papel va perdiendo fuerza e interés a medida que transcurre la película, para mí siempre será Bishop. Por último mencionar a Natasha Lyonne que llora un poco y da unos gritos (hace de loca) y que ha hecho de secundaria en unas cuantas pelis (American Pie, Kate & Leopold), por cierto estará en Blade: Trinity.
En definitiva creo que la película consigue su propósito que es dar miedo, es oscura, da buenos sustos y te mantiene en tensión durante un buen rato. Ahora lo que es el desenlace final y algunas partes de la historia dejan mucho que desear. Sólo deciros que yo me cagué bastante viéndola, así que si lo que buscáis es un rato de terror (y que se os arrime la churri) ya sabéis, además hace tiempo que no hay una peli de este estilo en cartelera.
