Hace poco Rafa me dijo que le había hecho gracia el comentario que puse debajo del DVD de Yo, el Halcón que podéis ver a la derecha: Cine de sudor y cerveza. Y es que es justo eso lo que me evocan aquellas películas de acción de los ochenta y principios de los noventa que en su día fundían taquillas (unas más que otras). Así que me he dicho, “esto se merece un homenaje en la sección Julandradas“.
Las películas de acción de los ochenta y noventa, antes del estilo moderniqui impuesto por Matrix o de la influencia del mundo de los videojuegos, tenían una serie de características comunes y emanaban incluso un olor especial, olor a sobaco. En todas ellas el “héroe” era un tipo más duro que una pared de hormigón, un inadaptado social (generalmente un poli al margen de las reglas, aunque podía ser un mendigo, un motorista o un camionero), fumaba, a menudo padecía un profundo alcoholismo de tipo 2 (bebo para olvidar mi añorado pasado), a pesar de esa dieta muchas veces era casi un culturista, era desordenado (la pizza seca, los calcetines sucios y el arma reglamentaria solían aparecer juntos en la misma mesa) y tenía lo que se suele denominar hidrofobia, o lo que es lo mismo, era un puto cerdo. De ahí el olor a sobaco e incluso, como algunos dicen, la cuarta paja del domingo, que desprendía la pantalla en determinados momentos. En definitiva, eran una versión “mejorada” de Harry el sucio, ya que adoptaron su actitud transgresora y asimilaron el apodo “sucio” en todos los aspectos.
Hay muchos actores que dieron vida a esta clase de personajes, pero solo unos pocos permanecen inmunes al paso del tiempo en nuestra memoria.
1 – El primero por méritos propios es Bruce Willis y su John McClane de La Jungla de Cristal. McClane es un tipo simpático, un poco chulopo, pero buena gente. Cumple el estereotipo a rajatabla. Es tan duro que es capaz de correr descalzo en una habitación inundada de cristales o insultar a un alemán ario y descerebrado con malas pulgas. Desde el minuto 10 de la película el personaje ya suele estar en tirantes, sudado y lleno de heridas, pero ahí está aguantando el tipo y matando malos. Willis, aún así, no se ha limitado a un solo personaje de esas características y así podemos verle dando vida al mítico Joe Hallenbeck en El íšltimo Boy Scout, cortado por el mismo patrón que McClane pero mucho más malhablado que éste, o a Tom Hardy y John Smith en Persecución Mortal y El íšltimo Hombre respectivamente. Incluso el Butch de Pulp Fiction tiene similitudes con estos personajes.
El nº1: tirantes, sudor y manchas de sangre y grasa.
2 – Sylvester Stallone es merecedor del segundo puesto. A pesar de haberse ido sofisticando con el paso de los años (daba leches con traje y corbata) no puede ocultar su pasado. Veamos, creo que todo comienza con Rambo, un excombatiente de Vietnam totalmente trastornado que se ve acosado por los polis paletos de un pueblo. Así que John Rambo se defenderá como haga falta y eso supone caerse, magullarse, cortarse, correr, saltar y por tanto sudar y oler a pies durante toda la película. Pero este tipo a fin de cuentas era una víctima de la guerra, el verdadero tipo duro hecho a si mismo era Marion Cobretti (apellido totalmente inventado) alias “Cobra”. Este si que era el más duro y el más chulo, rebosaba testosterona por todos sus poros. Cobra vestía con chupa de cuero y gafas de espejo, ¡¡¡GAFAS DE ESPEJO!!!. Cuando alguien lleva gafas de espejo cuídate mucho de no cabrearle, esas gafas te rebotan toda la mala leche que puedas tener y acabas acojonándote a ti mismo. Si John McClane era en el fondo un cachondo y un bromista, Cobra no. Cobra era tan duro que sus bromas salían del cañón de su arma. En Yo, el Halcón, Stallone era un camionero puteado por la familia de su difunta ex-mujer, gente de pasta que no está dispuesta a que el hijo del prota se críe como “un cualquiera”. Así que Stallone deberá hacer frente a la situación de la única forma que sabe, a lo bestia. Se mete a un concurso de pulsos para ganar el dinero suficiente para mantener la custodia de su hijo, el cual, para colmo, le llega a llamar perdedor.
Cuidado con las gafas de espejo.
3 – Mel Gibson también dio vida a este tipo de personajes cuando llegó a Estados Unidos. Está claro que Martin Riggs es, como personaje del género, el número 2 tras McClane, ya que al igual que éste es protagonista de una exitosa saga y cumple todos los estereotipos en la primera película (borracho, medio loco, solitario, se salta las normas y con un pasado trágico que hace que su vida le importe una mierda). Lo que pasa es que mientras McClane se va volviendo más extremo en la saga, Riggs se va centrando y se vuelve un tipo casi normal. Pasa de su peinado mullet y su locura a ser simplemente un poli con sentido del humor y la experiencia de varios años de servicio que termina formando una familia. Al margen de este personaje, Gibson ha hecho tipos duros pero más sofisticados y variados que los habituales del Cine de Sudor y Cerveza.
Melena mullet al viento.
4 – Jean-Claude Van Damme posiblemente deba estar en este cuarto lugar. Aunque en su carrera han predominado los personajes de tipo “mentalidad oriental” por todo el rollo de artes marciales, ha tenido varios papeles de tipo duro estándar, solo que sustituyendo las peleas callejeras por combates de kárate. Hubo una película en la que desdobló sus características en dos personajes, hablamos de Doble Impacto. En esa película Van Damme daba vida a dos gemelos criados por separado, uno de ellos era una especie de tito Rober de UPA Dance que daba clases de aeróbic para chicas monas de la gran ciudad y el otro era un tirado y un gualtrapas que malvivía en las calles, un tipo duro de verdad. Ese personaje, el gemelo chungo, en el momento cumbre de la película tiene uno de los enfrentamientos más sublimes del Cine de Sudor y Cerveza: La pelea contra el chino con tetas. Esa pelea era realmente impactante. Teníamos por un lado a un tipo duro, curtido en las calles, un superviviente nato, y por otro a Bolo Yeung, el chino con tetas, un tipo que le empieza a tirar barriles a lo Donkey Kong. Van Damme parece tener la pelea perdida desde el principio, para varios barriles con la pierna hasta que se jode la ingle, está claro que va a morir. Pero claro, es Van Damme, y Van Damme se caracteriza por ganar los combates justo cuando está a punto de palmarla, es cuando se levanta, se superpone a las heridas y el dolor y se lía a puñetazos repetidos a toda velocidad para terminar con su característica patada a media vuelta en el aire. Mientras el contrincante cae abatido Van Damme hace bola con cara de loco y meneando la cabeza de un lado a otro. Hay otros papeles en los que ha hecho de ex-convicto (Sin Escape), de mendigo vengador con peinado mullet (Blanco Humano) e incluso de tejano pasado de rosca en Van Damme’s Inferno, su película más surrealista, donde sale trincándose a una maciza mientras una vieja le mira por la ventana.
El chino con tetas a punto de recibir la patada final.
5 – Dolph Lundgren ha sido bastante gualtrapas también en varias ocasiones. Una de sus pelis más memorables es Dark Angel, en la que da vida al típico poli duro que no se enfrenta a una panda de chorizos, a unos polis corruptos o a unos terroristas, no, se enfrenta a un extraterrestre de aspecto humano con ojos y pelo blanco que succiona los jugos de sus víctimas con una muñequera con jeringa. El puñetero marciano encima tenía la mala baba de decir “vengo en son de paz” antes de finiquitar la vida de sus víctimas. En otra película Lundgren hacía de un ex-convicto, encarcelado sin motivos, dispuesto a vengarse de los polis corruptos que le metieron en chirona. Para ello deberá conducir deportivos e incluso matará a una persona con una tarjeta de crédito. También fue el primer Punisher del cine en una película realmente cutre y barata. Daba mucho asco.
Dolph el castigador y el marciano succionajugos.
6 – No podemos olvidarnos de Chuck Norris, que aunque ahora se haya convertido en “ranger tejano, buen samaritano”, en su día fue un tío duro de verdad. No hay más que ver sus películas ambientadas en Vietnam, donde tiene que rescatar a viejos compañeros de las manos de las milicias vietnamitas. A eso hay que añadir sus Delta Force con el etílico Lee Marvin, Invasión U.S.A. y otras americanadas.
Atención al escote del tito Chuck.
7 – Arnold Schwarzenegger queda más abajo en la lista porque sus héroes casi siempre han sido tipos correctos y limpios. Puede que salvo en la parodia de El íšltimo Gran Héroe, los demás protagonistas suyos sean duros, sí, pero nunca unos borrachos o unos sucios. Dutch, el de Depredador, es lo más cercano al héroe cervecero, al menos fumaba puros, el problema es que ni vemos su casa ni su modo de vida, pero está claro que el tipo es duro de narices porque encima es el único al que el bichardo no atraviesa cuando le dispara el láser. Vale que en Poli de Guardería el tío es un cutre, pero a los 5 minutos está afeitado y limpiando culos a los niños. En El Fin de los Días si que es un borracho y un tirado pero la película no es puramente de acción y no hay ese sentido del humor ni esas “frases definitivas” que encontramos en las películas del género “sudor y cerveza”. Además hoy está de capa caída, ha dejado el cine por la política y se le han desinflado los músculos. Ya no es lo que era.
Chuache en sus comienzos (el traje era azul celeste).
8 – John Carpenter, antes de liarse a hacer películas absurdas, creo un personaje muy carismático y con un parche, Snake Plissken, que convirtió a Kurt Russell en héroe de acción durante varios años. Este héroe era un ex-convicto al que le ofrecían la libertad a cambio de completar una peligrosa misión de rescate (tanto en Rescate en Nueva York como en Rescate en Los Ángeles). Evidentemente le están engañando, el trato no es real, pero Plissken es más listo que el hambre y se encargará de poner a todos en su lugar aunque sea jugando sucio, muy sucio. Russell luego pudo hacer algún que otro héroe cerdete, siempre con un lustroso mullet en la cabeza. Por ejemplo está Jack Burton el de Gran Golpe en la Pequeña China, una de las mejores películas de Carpenter, capaz de mezclar a fantasmas, karatekas y camioneros en la misma película, impregnada de un estupendo sentido del humor. Otro es Gabriel Cash, poli duro compañero de un elegante Sylvester Stallone que daba vida a Ray Tango. Película malilla con un guión bastante increíble.
Hasta lleva un parche y todo.
9 – Hay un actor que no entra dentro de estos cánones pero que siempre ha gustado al mismo público, a mi parecer, porque despierta el lado más trascendental de los espectadores. Hablo, por supuesto, de Steven Seagal. Desde que alcanzó la fama empezó a hacer proyectos más afines a su mentalidad, personajes que defendían el medio ambiente o policías budistas. Es el raro del grupo. Recuerdo una memorable escena de En Tierra Peligrosa 2 (aunque no tenía nada que ver con la primera porque no era el mismo personaje) en la que aleccionaba moralmente a un paleto de pueblo que había humillado a un esquimal. Primero, claro está, tuvo que llamar su atención con un surtido de galletas de esas que sólo él sabe dar. Una vez que tenía al paleto en el suelo le explicaba lo que estaba bien, lo que estaba mal y todo eso, y el paleto, apabullado por su inmensa sabiduría decía: “¡¡Necesito tiempo!!”. Antes de esos personajes moralmente impolutos y sin fisuras Seagal comenzó haciendo de poli duro de ciudad como en Por Encima de la Ley o Señalado por la Muerte, donde zurraba a los malos sin piedad. Lo mismo le daba utilizar una bola de billar que un cuchillo de cocina, cualquier cosa para limpiar la escoria de las calles. El mayor problema de Seagal quizás sea su físico amorfo para ser héroe de acción, cuesta creer que alguien a quien le llega más lejos la tripa que los brazos pueda hacer justicia por el mundo, eso y su look country-lama lo han convertido en carne de videoclub barriobajero.
Abanderado del estilo country-lama.
10 – Mención a parte merece Lorenzo Lamas, que ha luchado toda su carrera por quitarse de encima la pinta de pijo asqueroso de Falcon Crest. Hizo una “saga” cuyo protagonista era Jack Kelly, el serpiente, un tipo duro duro que lo mismo linchaba a traficantes que ametrallaba a unos moteros. Sobra decir que eran una mierda de películas. Luego volvió a televisión con Renegado, en la que era un motero, una especie de caza recompensas vestido de Locomía acompañado por un indio y una tía buena. Se ha pasado años haciendo estas cosas pero sigue teniendo la misma pinta de chapero de siempre.
¿Parece o no parece un chapero?
Está claro que hay más actores especializados en el género casi inexistente hoy día, pero estos son los más destacados. La pregunta que estoy seguro que a todos se os pasa por la cabeza es: ¿Si todos peleasen entre sí, quién ganaría? Eso, nunca lo sabremos, pero siempre tenemos sitio en el foro para comentar estas estupideces.