La productora Dark Castle creada por Joel Silver y Robert Zemeckis viene a ser lo mismo que la Fantastic Factory patria, pero con películas, al menos, bien hechas. No hay que engañarse tanto esta película como las anteriores (13 Fantasmas, House on Haunted Hill…) no pretenden más que crear pelis de terror destinadas a un público adolescente y por lo general poco exigente.
En La Casa de Cera tenemos a un grupo de jóvenes que, debido a un “inesperado” fallo mecánico, ven frustrado su viaje para ver un partido de fútbol americano de primera línea. Mientras unos pocos tratan de llegar en vano al partido en uno de los coches, otros dos van en busca de un repuesto a un extraño pueblo cuyo mayor atractivo en el pasado fue un museo de cera ahora abandonado… o eso parece. Nuestros protagonistas no tardarán en averiguar que la mayoría de las figuras de cera están hechas sobre restos humanos.
Acampada de guays.
Esta película supone el debut como director de largometrajes del español Jaume Collet-Serra, un tipo que ha decidido ir directamente a Hollywood en vez de tratar de asomar la cabeza en nuestra decrépita industria. No realiza un mal trabajo teniendo en cuenta que parte de un guión y un producto con un objetivo muy específicos, esto no es una peli de autor. Consigue mantener el ritmo y la tensión que requiere la película que a fin de cuentas es para lo que se paga a un director en esta clase de historias. Un trabajo correcto para una peli muy limitada.
El mayor problema de la peli es que el guión no resulta nada original, ya no porque sea un remake de la peli protagonizada por Vincent Price en los 60, sino porque tira de toda clase de clichés mil veces vistos (léase grupo de jóvenes perseguidos por maníaco asesino y todo lo que ello supone). De hecho la peli es como La Matanza de Texas pero con figuritas de por medio, ya que en ambos casos hay un grupo de amigos (el guapo, su novia, en macarra, el deportista chulopo, la tía salidorra y el amigo plasta), un incidente que les desvía de su camino, un lugar inhóspito y macabro y un asesino deforma y su familia tarada. Así que al final lo original de la peli es ver qué tal es el surtido de muertes que nos encasquetan, y ciertamente, hay un par de escenas realmente desagradables.
“No soy de cera, aunque lo parezca.”
El reparto está lleno de chicos y chicas estupendos curtidos a base de gimnasio. Salvo Elisha Cuthbert el resto no son casi conocidos, si exceptuamos, claro está, a Paris Hilton, la famosa hija de los propietarios de los hoteles Hilton que se dio a conocer gracias a un “curioso” video que apareció por la red y con el que aquí se hacen algunas coñas, lo cual también se agradece y demuestra que al margen de las pintas de Barbie rancia de esta mujer, la chica se toma las cosas con sentido del humor. Además esta mujer protagoniza la muerte más cachonda de todas.
“Oye campeón, que no me miras ni el escote.”
Lo dicho. La película no es buena, tampoco un engendro, da lo que promete y se ciñe a lo esperado en este subgénero del terror juvenil. Quienes quieran pegarse un par de sustos y reírse un poco pueden disfrutar con ella, hay que verla con el día tonto. Los demás es mejor que busquen alternativas en la cartelera.
