Una producción de animación en 3D de cara a las navidades. Inmediatamente salta la clásica cuestión de “¿Quién la realiza?”. Básicamente podemos resumir en que si la produce Pixar bien, si la hace Dreamworks mal. Afirmar tal sentencia es una auténtica barbaridad, pero es casi inconsciente el generalizar en estos casos (con más “razón” cuando además, pagas).
Bueno, pues imaginaos como se nos ponen los pelos al saber que no es ni de unos ni de otros, si no de la propia Disney, habrá gente que se esconda debajo del sofá. Todos sabemos que Disney ya no es lo que era (aunque en la última década hizo cosas interesantes pero la inmensa mayoría eran auténtico fracasos, tanto en animación, concepto y taquilla), por mucho que se utilice el clásico “está enfocado al público infantil” justificarla después de “disfrutar” del trailer de Bambi 2 es inadmisible.
Fuera los prejuicios, Chicken Little es una comedia familiar, buscando claramente al público infantil pero no por ello aburrirá (en exceso) al clásico padre de familia.
“Esa tía es una falsa y una guarra, Mercedes.”
En una sociedad íntegramente ocupada por animales (de adorable y en muchas ocasiones, imaginativos diseños), un joven polluelo pierde la confianza del pueblo por dar una falsa alarma tremendista. El joven, tras ser interminablemente vapuleado y objetivo de burlas, decide honrarse mediante acciones meritorias (tales como, ganarse la confianza de su padre ingresando en el equipo de Baseball) hasta que un mal día el peligroso ataque desconocido, la causa de todos sus males, vuelve a aparecer en escena.
La historia se dibuja sencillamente como una moralizadora obra infantil dónde la importancia de la comunicación y la confianza con los padres se magnifica como vital. Por otra parte, el mensaje social me parece muy bueno, acostumbrados a una sociedad que educa a sus hijos mediante la PlayStation.
Pero ante todo, esta película busca divertir y entretener, cosa que logra a medias. El guión, pese a resultar en ocasiones surrealista, es imaginativo y encaja, los personajes secundarios, como pueden ser los amigos de Chicken Little están bien a medias, hay de todo, desde un cerdo gordo con apariencia sospechosamente homosexual, una pata insoportable y pedorra o un pez fuera del agua de lo más simpático y entretenido. La figura de su padre, clásico padre viudo que no sabe cómo educar a su hijo es parte clave del mensaje de la película, muy bien planteado, pero en general, el resto de personajes están algo menos inspirados aunque tienen muchísima menos importancia. El mundo en el que se desarrolla la acción es coherente y divertido, vivo, pero dotado de cierto realismo, al menos en lo estructural.
¿Es un pato o es Michael Jackson dado la vuelta?
Dónde verdaderamente falla la película son con los toques de humor, muy simples, muy infantiles que aunque sin llegar a dar vergüenza ajena “sólo” harán disfrutar a los más pequeños (aunque muchas veces lo más cómico son las situaciones que nos propone el guión o el diseño de los personajes, cosa que agradezco en este tipo de películas).
En conclusión, ejercicio simplista el de Disney, que logra pseudo-convencer a la mayoría pero en el fondo esta enfocado a los niños. Tirando de la fórmula Pixar pero sin convencer.
LO MEJOR:
– El mensaje de la película para la sociedad a la que apunta.
– El diseño de los personajes y algunas situaciones.
LO PEOR:
– El humor, francamente cojo.
– Falta de inspiración y de ambición, que pese a ser de Disney prometía algo más.
– No es sólo para los más pequeños, pero casi.
Omar Álvarez García.

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itzel benitez