Jack Mosley (Bruce Willis) es un veterano agente de policía de Nueva York, está mayor, pasa de todo, es alcohólico y presumiblemente huele mal. Su cometido en el cuerpo es meramente anecdótico, un día recibe el molesto encargo de escoltar a Eddie Bunker (Mos Def), un ladronzuelo de poca monta, hasta los juzgados. El trayecto, que aparentemente era sencillo, se complicará hasta límites insospechados.
En 16 Calles Bruce Willis encarna a Jack Mosley, que casualmente es un agente de policía bastante quemado, desaseado, viejo y al que le importa un bledo su trabajo, es decir el mismo papel de siempre, pero con algunas diferencias. En esta ocasión no es el típico John McClane o Joe Hallenbeck, un chuleta con frases molonas, escarmentado de la vida y con cierto aura de chico malo pero que en el fondo es bueno, un héroe, un tío guay. Aquí es malo, es un policía corrupto, tiene aura de chico malo y realmente es un cabrón que inexplicablemente realiza una buena acción e intenta redimirse con ella.
Que el papel de Bruce Willis no termine de convencer es un gran punto en contra, pero hay otros peores como que el tandem que debería formar con Mos Def, no tiene química, no son personajes atractivos, ni juntos ni por separado. De hecho, el otro personaje principal, el interpretado por Mos Def, es totalmente de chiste, ¿es una especie de niño grande, tiene algún problema mental, es tan simple que sólo puede crear emotividad hablando de su futura pastelería, qué tiene escrito en su cuaderno? Un personaje realmente horrendo. Es inevitable hacer comparaciones con la saga de Arma Letal en lo que a Richard Donner respecta o con Jungla de Cristal 3 en relación con Bruce Willis, películas en las que el duelo interpretativo entre los dos actores principales y la simbiosis que se produce entre ellos sí que son el punto fuerte.
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“¡¡Abueeeeeeeeelo!!”
En cuanto a lo que nos quiere contar la película, tengo que decir que es muy poco original, es la típica película en la que los buenos tienen que llegar a un punto de la ciudad antes de una hora concreta y los malos les van acosando a lo largo de todo el trayecto. Estas películas pueden crear situaciones muy interesantes, véase Jungla de Cristal 3 o Training Day por ejemplo, pero en este caso las situaciones que se crean son bastante inverosímiles, confusas y poco realistas como la del autobús sin ir más lejos.
Otro desacierto para mí es el guión, intenta crear tensión a base de diálogos supuestamente inquietantes pero resultan en unos casos sobreactuados (por David Morse sobre todo) y en otros absurdos (los de Mos Def). Lo peor es que este tipo de diálogos son muy abundantes e intentan conseguir un amplio desarrollo de personajes que resulta fallido, de hecho el personaje que menos habla es el de Bruce Willis y es quizá el más definido de todos. Como resultado, obtenemos aburrimiento.
Perro viejo.
La pena es que aunque la película tenga buenos ingredientes como un gran director y buenos actores, la historia es muy poco interesante, nada original y con un guión fallido y pretencioso. En ningún momento conectamos con los personajes ni con sus sentimientos y todas las emociones que intenta transmitirnos la película se quedan en nada, vamos, que nos importa un bledo lo que pasa. Es una peli hecha para crear situaciones en un entorno urbano pero que tampoco funcionan, carecen de frescura y realismo.
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