Desde aquí: Oscar para Pierce Brosnan. Quizás no ahora, pero por favor, si encuentran a un tío más dispuesto a reírse de si mismo, con mejor dominio del arte de la comedia y capaz de llenar un plano con su presencia, decídmelo. Quedémonos todos contentos, demos un Oscar a este señor y así compensaremos lo de Cary Grant. Y tan a gusto.
Matador va de asesinos profesionales. Y mira que me gusta este género. Hay una especie de imagen mítica: un lobo solitario, sin moral o escrúpulos a simple vista, pero un tipo muy solo, alienado de la sociedad y acosado por los cadáveres del pasado (oigs). Bueno, imagino que todo esto se encuentra en el manual del asesino a sueldo, pero Julian Noble no lo ha leído: es un cretino, un borracho y un putero de primera división. Tras 23 años en el negocio se hace viejo, no tiene amigos y encima, su puntería comienza a fallar. En la otra punta se encuentra Danny, un vendedor que lleva casado dos décadas con su novia del instituto y que todavía tiene que tratar con la pérdida de un hijo pequeño. Es el hombre corriente de cada día, que paga sus facturas, intenta esquivar sus golpes de mala suerte y que intenta salvar un matrimonio hastiado por la rutina. Por otro lado, Julian no tiene casa, ni seguridad social, ni perro. Suelta tacos como un camionero y le encanta Tailandia porque es “un país tan cojonudo donde hasta los chicos parecen chicasâ€.
Son amiguicos.
Evidentemente, y por motivos de sus respectivos trabajos se terminan encontrando en México, donde comienzan a trabar una amistad torpe, recelosa por parte de Danny, pero amistad al fin y al cabo. No creo en las “almas gemelasâ€, las relaciones, tanto en el amor como en la amistad, siempre que haya un respeto mutuo, funcionan muy bien si hay discrepancias. Se acabó el consejito del Dr. Rafa. Total: comienza la aventura para esta extraña pareja versión 2006, aventura que no consiste en huir de peligrosos narcotraficantes, o cooperar para completar una serie de trabajos. No. La aventura para estos dos es salir del infierno de vida en el que se han metido.
Matador, para empezar es una peli muy divertida. Yo me reí mucho y en parte se debe a la interpretación y a la química de la pareja protagonista. Brosnan es un ciclón y Kinnear infraactúa a posta, como un don nadie. Sin embargo, y a pesar de que tengo mucho aprecio a Kinnear, que es capaz de mantenerse en pie delante de Jack Nicholson, éste es el show de Brosnan, en la mejor interpretación de su carrera. Es una mala bestia. Una máquina. Las mejores escenas de la película son aquellas en las que a Noble se le va la chaveta y se mete en la piscina con un bote de cerveza y unas botas de vaquero, y eso para empezar. Veréis cuando llegue el momento cheerleader. En cualquier caso, lo que hace Brosnan es dominar un papel, algo reservado a los mejores. Julian Noble es una verdadera creación.
“Se acabó la rutina mi amolll.”
Sin embargo, esta es una historia de redención, y se aprecia con más claridad en la segunda mitad del film, donde Hope Davis (que digamos pertenece a la misma categoría de superactrices que Laura Linney) adquiere un papel fundamental en la película y se suelta a gusto. Todos los actores se encuentran como pez en el agua en el film, y los personajes lo agradecen, porque no resultan ni forzados ni molestos. Verdaderamente se puede apreciar como la presencia de Noble, que es una catástrofe humana, comienza a afectar al matrimonio, inyectándoles algo de gasolina; y como la pareja comienza a dar a Julian un punto de apoyo en ese caos en el que está sumergido. Además, tiene toques realmente humanos y cariñosos. Eso es algo a destacar porque Matador es un film independiente que va de asesinos a sueldo. Era muy fácil tirar por soluciones estrambóticas o disparatadas, pero Richard Shepard, su director y guionista, apuesta por mantener cierto convencionalismo lo que en esta ocasión, juega más a favor que en contra. Además su puesta en escena, con amplios planos apoyados en una excelente fotografía, favorecen el desarrollo de las interpretaciones. Además la elección de las canciones de la banda sonora es de lo más acertada.
Spawny, spawny…
Así que ya sabéis. Es una película muy pequeñita pero muy divertida que podría haberse exagerado mucho más pero que apuesta por la inteligencia, por los personajes, y por la vieja amistad de toda la vida, demostrando que el film tiene el corazón en su sitio. A mí me gustan esas películas.
LO MEJOR:
– Brosnan. Brosnan. Brosnan. Brooooosnaaaan.
LO PEOR:
– No se me ocurre gran cosa.
