La 55ª edición del Festival de San Sebastián alcanza su ecuador. El balance de lo que se ha ido viendo durante estos días alcanza el notable, un notable bajo para que me entendáis, veamos qué pasa en las próximas jornadas para ver cómo queda el nivel medio de este año.
Ayer Richard Gere recibió el Premio Donostia. Desde su llegada se metió en el bolsillo al respetable, y protagonizó una anécdota en la rueda de prensa con una periodista que estaba un poco nerviosa a la hora de hacerles las preguntas, él ni corto ni perezoso se levantó y le dio un abrazo para intentar calmarla, este después de lo que le pasó en la India no para de regalar besos y abrazos al personal. Por la noche una atorrada Aitana Sánchez Gijón le hizo entrega del galardón.

Con los ecos de la jornada protagonizada por Richard Gere, se presentaron dos películas en la sección oficial, la canadiense Emotional Arithmetic de Paolo Barzman y la argentina Encarnación de Anahí Berneri.
La primera, Emotional Arithmetic fue la encargada de clausurar la semana pasada el Festival de Toronto. Está protagonizada por Susan Sarandon, Max Von Sydow, Gabriel Byrne y Christopher Plummer. Sarandon da vida a una mujer cuya niñez la pasó en Darcy, un campo de concentración en Francia, instalado por el gobierno colaboracionista. Sobrevivió gracias a la ayuda de dos de sus internos (Von Sydow y Byrne). El reencuentro con ellos hará aflorar emociones largamente reprimidas. Tras la proyección se llegaron a escuchar algunos abucheos pero también nos encontramos con algunos críticos a los que sí les ha gustado bastante, lo mejor de la película su portentoso reparto pero el guión es bastante flojo. Susan Sarandon se perfila como candidata a la Concha de Plata.




La segunda película, Encarnación, también pasó por el Festival de Toronto en donde recibió el premio a la obra más innovadora. Narra la historia de una actriz olvidada por el paso del tiempo a la que da vida Silvia Pérez, una intérprete que gozó de popularidad gracias a la televisión durante los años ochenta. El personaje de la actriz protagonista, Encarnación, se contrapone con el de su sobrina, interpretada por Martina Juncadella, que tiene a su tía como modelo a seguir. A través de ella revive su juventud, mientras que la muchacha muestra esa admiración que estimula todo trabajo de interpretación. Esta cinta ha tenido mejor suerte que la anterior, ha gustado a la crítica aunque no ha habido unanimidad.




Para finalizar os dejo con la imagen de la jornada de ayer, la de Julian Schnabel, el del millón de amigos de la canción de Roberto Carlos, embutido en su pijama y con sus colegas los monjes budistas, ah, y cómo no, Olatz López Garmendia.




Mañana se presenta Siete Mesas de Billar Francés de Gracia Querejeta.
Seguiremos informando.