Hace dos años David Cronenberg estrenó Una Historia de Violencia, la adaptación de la novela gráfica de John Wagner y Vince Locke que giraba en torno a un hombre pacífico que había ocultado su vinculación a una familia de gangsters. La cinta protagonizada por Viggo Mortensen tuvo un gran éxito de crítica y funcionó bastante bien entre los espectadores, así que estaba claro que el realizador canadiense tenía que repetir con Mortensen y con las historias de la mafia. El resultado es Promesas del Este, una cinta que viene avalada por su éxito en los recientemente clausurados Festivales de Toronto y San Sebastián, en el primero triunfó llevándose el premio del público, y en el segundo causó muy buena sensación, aunque el jurado decidió darle la espalda.
Promesas del Este narra la historia Anna (Naomi Watts), una matrona de origen ruso que asiste al complicado parto de una adolescente que fallece cuando da a luz, y al recoger sus pertenencias encuentra un diario escrito en ruso. Indagando en él va a parar a un restaurante propiedad de Semyon (Armin Mueller-Stahl) un hombre en apariencia afable, venerable y que enseguida se gana a la joven, allí conocerá a otros dos personajes, al hijo de este hombre, Kirill (Vincent Cassel), y a su chófer, Nikolai (Viggo Mortensen). Semyon prometerá ayudar a la joven en su investigación, pero nada es lo que parece, ya que en el diario de la adolescente aparecen datos de la familia que no deberían salir a la luz.

Pero Promesas del Este es un retrato de la existencia del clan de los Vory V Zakone, un clan de la mafia rusa asentado en Londres, refleja sus negocios oscuros, sus sangrientas acciones, sus venganzas. Y todo con una tensión que de principio a fin te mantiene sin respiro en la butaca y con una crudeza visual que por momentos quieres apartar la mirada de la pantalla.




La película es un gustazo en todos los sentidos, vemos personajes bien definidos, con claroscuros, en donde nada o casi nada es lo que parece, con un guión que funciona muy bien, escrito por Steven Knight, autor de Negocios Ocultos, otra historia de inmigrantes ilegales explotados que fue dirigida por Stephen Frears. Con un director que al igual que en Una Historia de Violencia ha dejado su huella en el género de películas sobre la mafia. Con unos actores espléndidos, Viggo Mortensen está genial, te lo crees desde la primera escena, y con su presencia llena la pantalla. Naomi Watts también está espléndida, esta actriz siempre lo está, Vincent Cassel me ha sorprendido gratamente, y ante Armin Mueller-Stahl me tengo que quitar una vez más el sombrero, es que llegaron a darme escalofríos con su sola presencia en algunas escenas, brutal este inmenso actor. Lo mismo puedo decir de la envolvente música de Howard Shore, y de la fotografía de Peter Suschitzky que nos mostró a un Londres más frío, tenebroso y melancólico de lo habitual.




En fin chicos, no es que os recomienda que vayáis a ver Promesas del Este, es que debería obligaros a verla. No, en serio, hacía tiempo que no salía tan a gusto del cine, con la sensación de haber visto un auténtico peliculón.
– LO MEJOR: La firme y personal dirección de David Cronemberg, el excelente guión de Steven Knight, el cuarteto protagonista y esa escena de pelea en el baño turco, un prodigio de principio a fin, nada apta para cardíacos.
– LO PEOR: Debería decir que nada pero hubiese agradecido tener la sensación de que el personaje de Naomi Watts bajase a los infiernos aunque solo fuera un instante.
