Speed Racer es un jovenzuelo que solo piensa en una cosa: ganar carreras al volante de un T-180. Su hermano es una leyenda del pilotaje, su padre construye cochazos con su pequeña empresa familiar, su novia lo ama tanto a él como al mundo del motor y su madre, bueno, su madre es su madre y no hay más que una. Pero todo esto puede irse al garete cuando la corrupción y las grandes compañías que rodean al mundo de las carreras intentan contaminar a Speed, algo que ya le sucedió a su querido y difunto hermano.
Desde que vimos el primer trailer de Speed Racer todos supimos que ésta no iba a ser una película convencional, en teoría no inventa nada nuevo, se han adaptado mogollón de cómics, series de dibujos etc…, algunas como Sin City (acartonada y tremendamente simple) o 300 (a pesar de mi crítica exaltada, también simple de cojones) que trataban de emular hasta límites insospechados la estética de cómic, y lo consiguieron, pero se quedaron ahí.
Esta peli va más allá, aparte de lograr un apartado visual igual o incluso más apabullante que cualquier film de este tipo, Speed Racer ofrece un estilo narrativo sin precedentes, ágil, muy claro y rapidísimo (acorde con el estilo general de la peli y utilizando un montaje con cortinillas que encaja perfectamente). Pero es que encima es preciso como un reloj suizo, te lleva exactamente donde requiere cada momento y te enteras absolutamente de todo a pesar de las vueltas que da el guión. Evidentemente esto solo funciona en proyectos que te permitan hacer algo así, adaptar una serie de dibujos (que recuerdo vagamente) te lo permite y por eso me parece que los Wachowski son la polla, porque han dado un paso más, antes que nadie.
Los audaces hermanos también han logrado otras cosas, por ejemplo que el apartado visual no se coma por completo a la historia o que rodar sobre un fondo verde no afecte irremediablemente a las actuaciones. En Speed Racer se desarrolla una trama interesante, no sólo hay carreritas de coches con gadgets, la historia toca temas importantes ahondando en las relaciones familiares, en la eterna lucha que mantienen las megacorporaciones con las pequeñas empresas (globalización), en la corrupción, en el espíritu de superación, en la lucha por tus principios etc…
Es curioso porque debería ser complicado rascar toda la corteza de luces de colores para conectar sentimentalmente con la peli, pero no, consigue emocionar y mucho en los momentos adecuados, hacía tiempo que no me pasaba esto en un cine. Supongo que depende de cada uno, a mí me llegaron esos momentos y uno de ellos es el clímax de la carrera final, jodidamente espectacular, dan ganas de levantarse y empezar a jalear al chaval. También hay que decir que hay momentos exagerados donde sale a relucir la parte infantil, si vas al cine con prejuicios seguramente solo verás moralina y leccioncitas, pero yo creo que hay escenas familiares muy bonitas y poderosas que se alejan del pasteleo ñoño.
La estructura me parece impecable, te da los respiros necesarios para entrar en la historia y los intercala con escenas de acción y carreras increíbles. Mola porque en todo momento sabes dónde esta cada coche, aprecias perfectamente las piruetas y entiendes las acciones de los personajes. Todo pasa muy rápido pero se ve nítido y eso es resultado de un gran trabajo tanto en el diseño como en la dirección y el montaje. No es fácil de conseguir y si no echadle un vistazo a esos amasijos de hierro borrosos y deformes llamados Transformers.
Las actuaciones no están mal considerando el tema del fondo verde. Emile Hirsch (Speed Racer) lo hace bien, está en el tono adecuado pero quizá lo único reprochable es que en algunas fases se le ve demasiado ensombrecido por el protagonismo que cobran otros secundiarios, aun así, al final coje las riendas. Los secundarios están muy bien, todos tienen su momento importante en el que aportan algo interesante a la historia. Cabe destacar a Matthew Fox (Racer X) y John Goodman (Pops), tienen escenas muy buenas. Luego están el hermano pequeño y el mono. Al niño (Paulie Litt) hay veces que le pegaría una patada en la boca y otras que me hace gracia, pero es que le ponen al lado al mono haciendo el chorras y no me puedo resistir, debe ser un defecto genético-evolutivo que tengo o algo así, pero es que es aparecer un chimpancé imitando los gestos humanos y no puedo evitar descojonarme, lo siento.
Me ha parecido una gran película, no entiendo por qué hay tanta mala uva hacia los Wachowski (vale, la segunda y tercera parte de Matrix son odiosas pero tampoco es para tanto), creo que han hecho un trabajo genial, de hecho (en mi opinión) Speed Racer le da mil vueltas a Iron Man en lo que a dirección se refiere. Disculpad las comparaciones con otras películas pero me parecían necesarias puesto que a Speed Racer se le está dando demasiada caña injustamente. Solo espero que os animéis a verla y que le déis una oportunidad, a mí me ha encantado.
