 
Esta noticia es de ayer pero la verdad es que da lo mismo porque respira asombrosidad por todos sus poros. Djimon Hounsou, más conocido entre los aficionados como “el bigardo ese amigo de Russell Crowe en Gladiator” y por las aficionadas como “el tipo que marca paquete en los anuncios de Calvin Clein” producirá y protagonizará el spinoff de Conan titulado Thulsa Doom. Sí. Este Thulsa Doom.
Regocijaos multitudes porque el malvado de Conan –interpretado por el extraordinario James Earl Jones– va a tener su película, según informa Variety, que añade que el film –precuela en cuestión– “intentará mostrar cómo el camino al infierno de Thulsa Doom estuvo plagado de buenas intenciones”. Para los no iniciados en la película de Conan, hay que decir simplemente que Thulsa Doom es un hechicero demoníaco, que se convierte en serpiente, organiza bacanales con vírgenes desnudas a las que manda tirarse de un acantilado cuando se aburre, y cuece calderos de moco verde con manos y pies humanos de aperitivo.
No cabe duda de que a lo mejor Doom no pretendía ser maligno. La vida es la vida y todo se reduce a un cúmulo de circunstancias –llamémoslo azar o redomada potra– que reducen nuestra influencia sobre el mundo y sobre nuestro propio destino. Pero tampoco dulcifiquemos: a lo mejor, en algún momento, quizás debería haber pensado “buenas intenciones o no, a lo mejor es que soy un villano de cojones”.
Esta noticia me sirve para introducir no uno, sino DOS VíDEOS MEMORABLES: El primero son los mejores momentos del increíble, verídico, real y desquiciante audiocomentario de Arnold Schwarzennegger para Conan El Bárbaro. “La verdad es que me acuesto mogollón con nenas en esta película”, afirma Chuache en una ocasión. Y eso es solo el principio.
El segundo, mucho más digno, es un tributo a la sen-sa-cio-nal música de Basil Poleoduris para este film.