Niños y niñas, tragad un momento el filete de la cena y contemplad el póster definitivo de Camino, el nuevo film de Javier Fesser, inspirado según su creador en la niña Alexa González-Barros, fallecida a causa de un tumor en diciembre de 1985 y actualmente en proceso de canonización.
El film, estrenado recientemente en el Festival de San Sebastián había despertado incomodidad en determinados sectores del Opus Dei por el retrato que Fesser habría realizado de la niña protagonista del film –si estos sectores habían visto ya la película o no, es algo que desconozco. En cualquier caso, la película ha convencido a todo el espectro de la crítica. Carlos Boyero, en El País, afirma que “el director ha conseguido hacerme pasar dos horas infernales, que desvíe la mirada de la pantalla, que pasado el tiempo mantenga en la retina y en el oído la cara y la voz de esa niña, el estupor y el asco hacia la secta de modales suaves, dialéctica meliflua, consignas implacables y fines salvajemente primitivos que la utilizan como sacrificio religioso”. Podéis leer la crítica aquí.
Por su parte, Rodríguez Marchante en ABC se muestra aún más exhultante: “«Camino» es una obra tan brillante como excesiva, que te provoca atracción y rechazo, que retrata de un modo radiante, cromático y gustoso algunos rincones oscuros de nuestro propio interior, al tiempo que describe (en realidad, se describen a sí mismos) ambientes oscuros, taimados y calculadores con la creencia de que están en el mismo foco de la luz del sol. «Camino» es polisemia pura, es pluralidad de significados y disparidad de sentimientos, supongo que es una película tan fácil de reprobar, de maljuzgar, como difícil de olvidar algunos de sus imborrables momentos. Todos sus actores están magníficos, Carmen Elías, Mariano Venancio, Manuela Vellés, pero la niña Nerea Camacho no está magnífica, está literalmente gloriosa, bienaventurada, completamente celestial”. También podéis leer su texto integro en este link.
Sin embargo, hoy se ha conocido que la familia de la fallecida ha expresado su rechazo a algunos de los aspectos del film, a través de una carta abierta dirigida a Fesser y reproducida por distintos medios de comunicación en la que rebate ciertos aspectos la película, particularmente su final. Podéis parar de leer aquí porque llegan los SPOILERS.
“”Te ruego que rectifiques públicamente tu aserto”, escribe el hermano de Alexia, Alfredo González-Barros y González a Fesser “que quiero creer fruto de un grave error inocente por tu parte- de que los padres y hermanos de Alexia se despidieron de su hija y hermana con un aplauso”, tal y como el director aseguró como “verídico” en el momento de la presentación del film.
Copy paste de El Mundo, a continuación:
González-Barros y González, hermano de Alexia, a la que considera “inequívoca protagonista de la película”, escribe a Fesser en su carta que ayer se sentó para ver la rueda de prensa en el Festival de San Sebastián con un objetivo: “quería oír cómo argumentabas ante los periodistas que nunca te pusiste en contacto con nosotros y por qué no has atendido nuestra petición formal de que retirases de tu película la referencia explícita a Alexia”.
“En esa carta que te enviamos todos los hermanos, se decía que nuestra petición en nada afecta a la libertad de expresión y creación, que nosotros compartimos como un valor fundamental de toda convivencia libre y democrática”; y añadíamos: “No dudamos de que su hombría de bien entenderá esta petición y pondrá los medios pertinentes para acogerla con la mayor prontitud”.
El hermano recuerda que Fesser les hizo una promesa y recupera estas palabras del cineasta: “Para vuestra tranquilidad os comunico que ni desde la productora, ni desde la distribuidora hemos utilizado nunca ni pensamos utilizar el nombre de Alexia, ni hacer referencia a ella o a su proceso de beatificación como parte de la publicidad de la película. Tenéis mi palabra”.
“Lamentablemente no ha sido así”, asegura el hermano, quien relata: “tu afirmación de ayer de que el aplauso al morir la protagonista, se produjo en la realidad cuando murió Alexia (el periodista que hizo la pregunta dijo su nombre) me ha dolido en el alma por lo injusto y terrible de tal aseveración”. “No debería hacer falta que te diga que mi hermana Alexia no murió rodeada de aplausos. Murió rodeada de cariño. Cariño de sus seres queridos: padres y hermanos y con el silencio respetuoso de las enfermeras, doctores y enfermos que “motu proprio” se acercaron a la habitación de Alexia”, comenta y pide a Fesser que rectifique sus palabras.
PD: Por mi parte y limitándome a juzgar el póster y el eslogan, y sin haber visto el film, simplemente me voy a limitar a decir que, como espectador al que le gusta que las ideas se las metan con vaselina y sutileza, el departamento de marketing del film ha cogido una cachiporra y me acaba de reventar el recto en mil pedazos. Salvando las distancias, me recuerda a ese poster alternativo de Las Normas de la Casa de la Sidra en el que aparecía Michael Caine con un código penal en una mano, una manzana en la otra y a sus pies una colección de fetos en tarros.
Dejando a un lado que representar de esta manera a una niña enferma terminal –al margen del parecido con el póster de Mar Adentro– es algo que no se le ocurrió ni a los que hicieron Patch Adams, el eslógan desconoce la diferencia entre “intrigante” y “directamente obvio” “¿Quieres que rece para que te mueras?” me implica directamente a Mí, inocente persona que ha visto la noticia mientras iba a echar una partida al Ikaruga –espléndido matamarcianos, por cierto– y alude a la posibilidad de que ALGUIEN rece deseando mi MUERTE. Y en un plano mucho menos lunático, se puede colegir que ALGUIEN, quizás vinculado al Opus Dei, rezó en ALGíšN MOMENTO por la MUERTE de la pequeña, revelando así la baja catadura moral de algunos sectores de la Iglesia española (sin entrar a discutir realmente que es moral o no: básicamente según mis principios, rezar para que alguien se muera deja entrever cierta mala hostia, me aventuro a decir), y del que Fesser con unas declaraciones convenientemente medidas, ha intentado soslayar en la medida de lo posible, convenciendo en último término a todos los sectores de la crítica en una faena digna de encomio. No encontraréis a enemigo más acérrimo que yo de la religión organizada y de su vergonzosa tendencia a introducir a niños pequeños al concepto del Infierno, pero agradecería por lo menos que alguien se decidiera a traducir el título del film en EEUU como ‘Fuck Opus’. Quedaría mucho más ajustado a la imagen que aquí os presentamos, vía El Mundo.