No sé yo en que porcentaje las expectativas sobre el nuevo trabajo de Alexandre Aja eran demasiado altas, hasta qué punto la crítica (que no suele perdonar dos éxitos seguidos a un director novel) esperaba Mirrors con los cuchillos afilados y en qué tanto por ciento es esta película inferior,que lo es, a Haute Tension y The Hills Have Eyes. Lo cierto que la lluvia de palos que le ha caido al francés más internacional del cine de terror es a todas luces exagerada.

Mirrors cuenta la historia de un policía (Kiefer Sutherland) que vive traumatizado por la muerte (accidental) de un compañero a sus manos-toma cliché-, separado de su cerebral y algo repelente esposa- el cliché contraataca-y metido hasta el culo en el alcohol y los calmantes-el retorno del cliché-. El pobre diablo consigue trabajo en un hotel incendiado-a partir de ahora el rollito del cliché lo continuáis vosotros mismos que me canso-dónde nada más llegar lo ponen al lorito que las meigas no existen pero ‘haberlas haylas’ y que se esté quietecito.
Oído y hecho, el bueno de Bauer, digo Sutherland, empieza a meter las narices en todo y más y no cuento más para no fastidiaros la peli……Porque a partir de ahora viene el delirio y los 33 quiebros absurdo-rocambolescos de guión pero qué narices, que hacen que te lo pases bomba¡¡¡¡¡




Fantasmas, voces de ultratumba, monjas poseídas y demonios varios sirven de carrusel multicolor para dar caña al perplejo espectador que, la verdad sea dicha, si se pone usar la materia gris manda al señor Aja a tomar por culo a la farola. Pero en este caso un servidor decidió anular sus procesos lógicos y disfrutar en el castillo del terror de Alexandre durante un par de horitas que pasan volando. Es decir si puedes pasar de un guión cutre salchichero, de unos actores desganados, y de un apartado técnico típico y tópico y quedarte sólo con la soberbia dirección de Aja y su manera de hacerte sudar y meterte chutes de adrenalina a tutiplén, ve a ver esta película, si no estás advertido.
Lo cierto es que si hicieran una docena de películas al año de este nivel, los fans del cine de terror (y digo TERROR, ni thrillers, ni suspense, ni zaranjadas) nos daríamos con un canto en los dientes.
Doctor Diablo.
