Hoy se ha sabido que el director de cine Robert Mulligan ha fallecido el pasado sábado a la edad de 83 años a causa de una enfermedad cardíaca. Robert Mulligan tiene tres películas que no dejaría de recomendar a todo el mundo, y todas son motivo de sobra para dedicarle un pequeño homenaje gracias al Youtube.
– Matar a un Ruiseñor (1962): La adaptación de la novela homónima de Harper Lee. Protagonizada por Gregory Peck basada en una adaptación escrita por Horton Foote. Oscar para ambos. Mulligan recibió una nominación por tu trabajo tras la cámara. Para los más curiosos, decir que este film supuso el debut en la gran pantalla de un tal Robert Duvall. Favorita del Instituto Americano de Cine –Mejor Película de Juicios, segunda Mejor ‘Feel-Good’ Movie después de Qué Bello es Vivir, puesto 34 en Las 100 Mejores Películas Estadounidenses, y el Mejor Héroe de la Historia del Cine para Atticus Finch–. Si los premios y menciones no significan mucho para vosotros y deseáis aceptar mi palabra, este film simplemente es acojonante: uno de los ejemplos más extraordinarios de combinación de género, es a la vez un drama judicial, una historia de amistad infantil, y un examen del racismo en la sociedad estadounidense a menos de una década de la revolución del 68 y el comienzo en firme de la lucha por los Derechos Civiles.
Gregory Peck es DIOS.
– El Otro (1972): Imprescindible para los aficionados al cine de terror psicológico. Revelar el más mínimo aspecto de su trama supone mandar la película a hacer puñetas. Baste decir una cosa: es una historia de dos hermanos gemelos que nunca llegan a compartir el mismo plano a lo largo de la película. A través de esa sencilla estrategia, Mulligan convierte el film en una verdadera jodienda mental. Hay que verla porque no se puede hacer más con menos y porque Mulligan será un nostálgico, pero no es un nostálgico de postal: también se pueden hacer películas de terror desde el cariño a tiempos pasados, y el efecto, la verdad, es que es sorprendente.
El trailer. Si no habéis visto el film, olvidáos de él.
Así pues, descanse en paz. Vaya tres películas.
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