Según nos informa El Mundo,el realizador donostiarra Iván Zulueta, responsable de una de las películas más especiales del cine español de los últimos treinta años, Arrebato, ha fallecido esta mañana en San Sebastián a la edad de 66 años.
Iván Zulueta en una de sus últimas apariciones realizadas en el Festival de Málaga de 2008. Fotografía de Carlos Criado.
Tal y como han confirmado fuentes familiares el cineasta, que tenía desde hace años una delicada salud, fue ingresado hace dos días en el Hospital Donostia de la capital guipuzcoana con una dolencia en una pierna, de la que venía aquejado en los últimos tiempos. Y falleció a las 6,30 horas de esta mañana. Su funeral se celebrará el próximo 4 de enero.
La carrera del realizador, fotógrafo y cartelista se inició en los últimos años de la Dictadura Franquista. Proveniente de una familia burguesa de San Sebastián, su padre llegó a ser director del Festival de San Sebastián, estudió Bellas Artes en Estados Unidos, lugar en el que conectó por primera vez con corrientes como el Pop Art, la Nouvelle Vague o el New American Cinema. En España ingresó en la Escuela Oficial de Cinematografía, en donde tendría como profesor de guión a José Luis Borau, y en donde entraría en contacto con otros futuros cineastas como Pilar Miró o Jaime Chávarri. Zulueta dirigiría dos cortometrajes, Ágata e Ida y Vuelta, este último trabajo no sería aprobado por el tribunal docente, y la Escuela de Cine sería clausurada debido a los disturbios, esto hizo que el realizador se quedase sin el carné del sindicato, durante el Franquismo, era esencial para poder firmar una película de manera oficial. Por esto, su primer largometraje, Un, Dos, Tres, Al Escondite Inglés, no pudo llevar su firma, fue firmado por José Luis Borau, que ejercía de productor. Este film fue presentado en el Festival de Cannes.
Una serie de cortometrajes experimentales como Masaje, Frank Stein, King Kong, Mi Ego Está en Babia, A Magalm A, El Mensaje es Facial y Leo es Pardo precedieron a la que es su obra cumbre, Arrebato. El film narra la historia de un director de cine de serie B, en crisis creativa y personal, que recibe noticias de un misterioso personaje, adicto a filmar en Super 8 y que está obsesionado por descubrir la esencia del cine. La cinta está protagonizada por Eusebio Poncela, Cecilia Roth y el siempre inquietante Will More. Y en papeles secundarios veíamos a Marta Fernández Muro, Helena Fernán Gómez, con la tronchante voz de Pedro Almodóvar, Luis Ciges, e incluso a Antonio Gasset. El proyecto iba a costar tres millones de pesetas, costeados por Nicolás Astirraga, un arquitecto con intenciones de invertir en cine, y su plan de rodaje era de tan solo quince días. Pero la filmación se alargó y el presupuesto se disparó a los 14 millones de pesetas. El rodaje fue caótico, la anarquía y la falta de dinero hicieron que buena parte de los técnicos, la totalidad del equipo de sonido, abandonasen. Una vez terminada la película tuvo problemas para ser estrenada. Su estreno llegó en el verano de 1980, exhibiéndose en el cine Azul de Madrid. La cinta fue ignorada por el público mayoritario pero tuvo una gran acogida en el sector underground de la sociedad y se convirtió en uno de los títulos de cabecera de lo que posteriormente se conocería como La Movida madrileña, y comenzó a forjarse la fama de Iván Zulueta como cineasta maldito.
Los excesos de la época pasaron factura a Iván Zulueta y la década de los ochenta fue sinónimo de bloqueo para el cineasta. Se retiró a San Sebastián e intentó en varias ocasiones volver al cine, de hecho llegó a escribir un guión junto a Damián Iradier. Si el Zulueta realizador estaba en un segundo plano, no sucedía lo mismo con el Zulueta ilustrador, suyos son los carteles de títulos como Laberinto de Pasiones, Entre Tinieblas, ¿Qué He Hecho Yo para Merecer Esto? de Pedro Almodóvar, Maravillas de Manuel Gutierrez Aragón o Asignatura Pendiente de José Luis Garci.
A finales de los ochenta gracias a TVE regresa a la realización. Primero en un proyecto colectivo titulado Delirios de Amor, en donde intervinieron como realizadores Imanol Arias, Emma Cohen, Luis Eduardo Aute, Félix Rotaeta o Moncho Alpuente, ahí dirigió un capítulo titulado Párpados, dejándose guiar una vez más por la experimentación. En 1992 volvería a repetir experiencia con Crónicas del Mal, de nuevo para TVE, para la que dirigió el capítulo denominado Ritesti. Tras esto volvería a retirarse y se centraría en la pintura y en la ilustración para otros realizadores. Uno de sus últimos trabajos fue el cartel de Leo de José Luis Borau.
En la última década diversos críticos y personalidades del mundo del cine comenzaron a reivindicar la figura de Iván Zulueta. Arrebato se convirtió en un objeto de culto para diversos festivales, como el de Málaga que la proclamó Película de Oro en la edición celebrada en el año 2008, y El País sacó una edición en DVD que venía presentada por el propio realizador. Las obras pictóricas de Iván Zulueta también fueron objeto de exposición en ciudades como Madrid, San Sebastián o Barcelona.
Descanse en paz.