Con la proyección fuera de concurso de Robin Hood de Ridley Scott quedó inaugurada la 63ª edición del Festival de Cannes. A partir de mañana se medirá el éxito de este film protagonizado por Russell Crowe y Cate Blanchett. Los dos actores australianos, ganadores de un Oscar, él por Gladiator y ella por El Aviador, se encargaron de dar el pistoletazo de salida a esta edición, en una ceremonia que fue presentada por la actriz británica, a la que los franceses quieren como suya, Kristin Scott Thomas.
Hoy se han presentado las primeras películas que compiten por la Palma de Oro, la china Chongqing Blues de Wang Xiaoshuai y la francesa Tournée de Matthieu Amalric.
El actor francés Matthieu Amalric, al que hemos visto en Munich, Quantum of Solace y sobre todo en La Escafandra y la Mariposa, firma con Tournée su primer largometraje, hasta el momento había dirigido una serie de cortometrajes y documentales. En este film cuenta la historia de un productor de televisión, al que da vida el propio Amalric, que abandona su trabajo para producir a una compañía de striptease burlesco en una gira a través de Francia, con seis chicas estadounidenses que parecen sacadas de una película de Fellini. La película está a medio camino entre la ficción y el documental y no ha terminado de convencer a la crítica, sobre todo a la internacional, eso sí, hay más o menos consenso a la hora de destacar en que el gran problema de la película es su falta de garra. Amalric se presentó en Cannes con sus chicas que no tuvieron que esforzarse mucho para dar un toque de color al photocall.
La china Chongqing Blues de Wang Xiaoshua cuenta la historia de un hombre divorciado que regresa a la ciudad 14 años después de abandonar a su familia, ahí sabrá que su hijo, al que no veía desde hacía diez años, ha fallecido por los disparos de un policía. El protagonista intentará conocer qué fue lo que sucedió aquél día. La película tampoco ha convencido del todo a la prensa especializada. Consideran que tiene un arranque interesante pero se hace demasiado lenta, además la interpretación de Wang Xueqi, que lleva una cara de palo durante toda la película, tampoco contribuye.
Fuera de concurso se ha presentado una de las películas que más polémica habían despertado, el documental de Sabina Guzzanti, Draquila. L’Italia che Trema. El gobierno de Italia decidió boicotear al Festival de Cannes ya que el ministro de cultura, Sandro Bondi, rechazó la invitación que le había hecho el certamen y en un comunicado de prensa tildó al documental de Guzzanti de propaganda que ofende a la verdad y al pueblo italiano. La directora es conocida en Italia por sus programas de sátira política, algo que le ha provocado más de un quebradero de cabeza, tal y como mostró en su documental Viva Zapatero!. En Draquila, la Italia que Tiembla, Guzzanti denuncia la intencionada negligencia cometida por el gobierno de Berlusconi tras el desastre de Aquila, en donde en abril de 2009 un terremoto cegó la vida de 300 personas. La realizadora, emulando las formas de Michael Moore, aunque con mayor discreción, acusa a Silvio Berlusconi de usar en beneficio propio y de sus amistades la reconstrucción de la zona devastada por el seísmo. Y llega a una conclusión escalofriante, y es que Berlusconi podría haber utilizado la catástrofe para experimentar con grandes grupos de población uno de sus sueños, la suspensión de los derechos civiles de la población para aumentar aún más su poder político y financiero. El documental ha sido muy aplaudido en su pase ante la prensa y a nadie le ha extrañado la reacción del gobierno italiano.
Por otro lado, el incombustible Manoel de Oliveira, que en diciembre cumplirá 102 años, ha sido el encargado de inaugurar la sección Una Cierta Mirada con la película El Extraño Caso de Angélica. El realizador, que es venerado como el que más en Cannes, lleva a la pantalla un guión que escribió en el año 1952, en donde se inspira en un hecho sucedido en su entorno familiar. Un fotógrafo recibe el encargo de hacer el último retrato de Angélica, una joven que ha fallecido al poco tiempo de contraer matrimonio, y el fotógrafo se queda prendado de su belleza. La joven Angélica es nuestra Pilar López de Ayala, que afortunadamente ya no tiene nada que ver con aquélla que me encontré hace unos años en el Festival de Las Palmas de Gran Canaria al que acudió después de haberse presentado al casting de una nueva adaptación de Rebeca para interpretar el papel de la Señora Danvers.
Eso sí, lo de mantener ese rubio me lo plantearía.
También se ha dejado ver nuestro querido Gael García Bernal en calidad de presidente del jurado que otorga la Cámara de Oro a la mejor ópera prima presentada en Cannes.
La imagen del día la protagonizan sin duda alguna este grupo de señoritas recatadas, de colegio de pago todas, que de esta guisa se han presentado en La Croisette para promocionar Zombie Women of Satan. Una cinta que sigue en la línea de comedias descacharrantes de zombies rodadas con cuatro duros que han dirigido los británicos Warren Speed y Steve O’Brien.
Mañana en la sección competitiva le toca el turno a The Housemaid de Im Sangsoo, cuya presentación se verá seguramente eclipsada por la Wall Street 2: El Dinero Nunca Duerme de Oliver Stone.