Gavin O’Connor, director que disfrutó de cierto momento de gloria en Sundance con Tumbleweeds en 2001 y que tuvo ya su peli/oda a Estados Unidos como lugar donde los sueños se hacen realidad con El Milagro, vuelve con una peli ambientada en el mundo del MMA (Mixed Martial Arts), una modalidad de lucha que se da en campeonatos como la UFC (Ultimate Fighting Championship) y que es ilegal en numerosos estados de Estados Unidos por la dureza de la misma. No en vano la lucha es sin guantes ni protecciones, a pelo, y siempre acaba habiendo sangre.
Warrior supone el enfrentamiento de dos hermanos en el ring. Cuando el menor de ellos (Tom Hardy) vuelve del ejército y es entrenado por su padre (Nick Nolte) para combatir en MMA donde no tardará en verse las caras con su hermano mayor (Joel Edgerton), que ha tenido que volver a combatir por problemas económicos.