POR: FARE EL SALTAMONTES
Kung Fu Panda (2008) fue una verdadera sorpresa, por una parte debido a unas expectativas extremadamente bajas en torno a su calidad, y por otra debido a un desarrollo bastante majo. El problema, finalmente, es que se quedaba en ser majo. Nadie iba a pedirle más a unos estudios que habían masacrado Shrek hasta dejarla sustentada en sus peores ideas, así que en cierta forma la sensación general fue de “bien, no ha ido tan mal”. Para esta segunda parte, desde un principio, se la ha intentado cubrir con un halo de oscuridad que contraste de forma armoniosa con un entorno iluminado y un protagonista ruidoso. Lo han conseguido, por momentos, pero ha dejado bien patente que si bien hay talento en Dreamworks, les falta para encontrar una fórmula correcta que compita en igualdad a todos los niveles con Pixar Studios. Parece ser que Cómo Entrenar a tu Dragón fue la primera flor perfecta de un jardín que sigue abonándose, yendo por buen camino.
La base de esta película es la bastante reconocida filosofía del menos es más. Sobre unas bases sencillas, se desarrolla una historia estereotipada y decorada con una estética maravillosa que alcanza momentos de puro arte. Lo único malo es que tras esa sencillez sólo hay simplicidad y un miedo y un conformismo endémicos en esta industria. Kung Fu Panda 2 es una cinta que va en dos direcciones: la artística y la comercial, representadas por los elementos estético y narrativo, peleándose a mitad de camino, y saliendo perdedor el arte. Aun contando con un doblaje sobresaliente, y aun sin ser un ejercicio de desfachatez narrativa, la sensación restante es de fraude.
Por una parte, Kung Fu Panda 2 cuenta con un apartado gráfico apabullante. Magistral, por que va en dirección correcta: como herramienta expresiva. Siempre con coherencia, con gusto, con sentido estético y un sanísimo comedimiento. En general, la escena es espartana, no se presta al derroche de color, siempre con una línea básica. Esta película tiene vocación lírica, los flashbacks artesanales lo avalan: el uso de la luz en contraste con escenarios oscuros es magnífico; cosas brillantes y bonitas sobre un fondo oscuro siguen funcionando en esta época igual que hace mil años. Sobre esa base, se construyen escenas impecables, que refuerzan la oscuridad de la trama y el viaje del protagonista. Usando la arquitectura y el diseño chino, nunca se sale de la más fina elección en la paleta de color, logrando una armonía que eleva la calidad final, un contraste entre las escenas coloridas del principio y la lucha al alba del final. El teatro de sombras augura momentos de arte absoluto que hace tambalear los prejuicios sobre el talento técnico de Dreamworks, si es que quedaba alguno tras Cómo Entrenar a tu Dragón.
Los personajes mantienen la dignidad y no se les arroja al chiste, uno de los mayores asesinos de cine infantil. No ridiculizan las cualidades que los hace individuales, lo cual es sorprendente viniendo de los que concibieron Shrek y los mil y un chistes de Queen. En cualquier caso, es esa falta de arrojo en el guión lo que empaña el conjunto. Hay una diferencia entre simplicidad y conformidad, y si en el apartado gráfico todo es genialidad, la trama y su desarrollo es todo pereza. Hace que el virtuosismo estético quede relegado al aislamiento, por que no hay ningún momento álgido que lo acompañe. Hay empeño en añadir oscuridad, pero hay miedo a resultar demasiado oscuro; repasar de forma tan obvia todos los puntos del desarrollo del héroe es mucha carga; no se puede compensar tampoco cuando los personajes son tan simples. Correctos, sí, pero simples. Hay que reconocer en este punto que todo se centra de forma casi desapercibida en Po: las apariciones de personajes distintos nunca entorpece el desarrollo del panda peleón.
En conclusión, Kung Fu Panda 2 es una película virtuosa en lo estético, miedosa en lo narrativo y descompensada en conjunto, y ese conjunto no puede sobrevivir finalmente, ni siquiera con un final impresionante que augura una tercera película estupenda. Esta entrega ya es estupenda, disfrutable y digna, pero a veces hace falta más ambición, no se puede conformar con hacer todo bien pero fácil.

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http://www.davidhidalgomoreno.blogspot.com David89
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