Segundo día consecutivo que servidor ripea una pieza de The Guardian (y qué sigan cayendo, la verdad; ese diario es modélico) para transmitiros unas declaraciones del director francosuizo Jean-Luc Godard en entrevista con un redactor del periódico, a quién el realizador terminó entregando en persona su último guión “pensando, por algún motivo, que yo sería capaz de moverlo”, indica el periodista Fiachra Gibbons.
“El cine está acabado. Es muy triste que nadie esté realmente explorándolo. ¿Pero qué podemos hacer? Además, con los teléfonos móviles y todo lo demás, ahora todo el mundo es un auteur [en francés en el original]. Añade: “No soy un auteur. Bueno, ahora ya no. Todos creímos una vez que eramos auteurs, pero en realidad no teníamos ni idea”.
Godard recuerda con cariño dos momentos de dos países. Primero, Estados Unidos en las décadas de loas años 30 a los 50, con la explosión del Western, un género que fascina al director helvético. Antinarrativa en estado puro. “Todo lo que sabes es que un extraño entra cabalgando en una ciudad”. El segundo modelo es el de la Grecia clásica. “Nos dieron la lógica. Se lo debemos. Fue Aristóteles a quien se le ocurrió ese gran ‘por lo tanto…’ Es decir: ‘Ya no te quiero, por lo tanto…’ Empleamos esta palabra millones de veces, para tomar las decisiones más imporantes”.
Foto: Toutlecine
Godard llega a exigir el pago de royalties para rescatar la arruinada economía helena en la actualidad. “Si cada vez que usamos esa palabra pagamos 10 euros a Grecia, la crisis terminaría en un día. Cada vez que (la canciller alemana) Angela Merkel diga a los griegos que les presta dinero, por lo tanto deben devolverlo con intereses, ella tiene que pagar primero por usar los derechos de esa palabra”.
Godard aborda finalmente algunos aspectos de su pasado, y rechaza absolutamente las críticas que habitualmente se han vertido en su contra por antisemita. “Todo eso es ridículo”, afirma en respuesta a comentarios formulados por intelectuales [y yo pondría aquí unas comillas, pero eso es cosa mía] como Bernard Henri-Levy, quien le describía como “un hombre intentando curarse de su antisemitismo”. Gibbons recuerda, en este sentido, que su último film, Film Socialisme, contiene frases como “Qué extraño que Hollywood fuera inventado por los judíos”. Godard apunta que hay una diferencia, no obstante, entre mostrar hostilidad hacia Israel y denostar a los judíos, una postura “absolutamente idiota” a su entender.
“La gente nunca me hace la pregunta correcta. Mi respuesta a esa persona que jamás me realizará esta pregunta, es que en Film Socialisme la imagen que realmente me gusta es la de los palestinos, los artistas del trapecio”, que figuran en su película. Una metáfora, apunta Gibbons, “de la belleza que emergerá el día en que árabes y judíos aprendan a trabajar juntos”.
Gibbons recibe el guión de las manos de Godard. Se llama Adieu to Language, sobre una pareja y un perro. “Y el perro es el protagonista”, apunta Gibbons, “conmovido por recibir el guión, entristecido por el hecho de recibirlo de esta manera”.