La última vez que hablamos de la nueva versión de 20.000 leguas de viaje submarino, Disney había decidido tomarse un receso de tres meses hasta poder concretar su viabilidad económica. Se dice que esta nueva película de David Fincher podría llegar a costar hasta 200 millones de dólares (rodada en 3D y usando hasta un 70% de planos generados por ordenador), así que garantizarle la luz verde no es cualquier tontería, y más en un mundo post-John Carter.
Afortunadamente, las cosas parecen ir viento en popa, y, tras varios años de rumores, la película está a paso de ser una realidad gracias a Simon Crean, ministro de cultura australiano, que se encuentra en estos momentos negociando con Disney para ofrecer al estudio una serie de beneficios fiscales a cambio de que decidan utilizar el país como lugar de rodaje de la película, según cuenta THR.
Con este movimiento se pretende incentivar la economía local apoyando la realización de grandes superproducciones, como la reciente Lobezno inmortal (The Wolverine), que generó más de 2000 puestos de trabajo y 80 millones en inversiones durante su rodaje en Sydney. Se espera que los datos obtenidos con la película de Fincher sean incluso mejores, convirtiéndose en la mayor producción rodada en Australia.
The Playlist profundiza más en la noticia asegurando que Brad Pitt, rumoreado para el papel de Ned Land (el marinero interpretado por Kirk Douglas en la adaptación de 1954), ya no forma parte del proyecto, y que ahora mismo Fincher le tiene echado el ojo a varios actores de renombre; lamentablemente, la apretada agenda de muchos de ellos no les permitiría estar disponibles hasta el año que viene.
La web ha conocido que la identidad de uno de estos intérpretes es la del nuevo chico de oro de Hollywood: Channing Tatum, que ahora se encuentra rodando Jupiter Ascending con los Wachowski. Trabajar con Fincher sería un paso más en su meteórica carrera al estrellato.
20.000 leguas de viaje submarino, que cuenta con guión de Andrew Kevin Walker (Seven), estaría por tanto lista para comenzar su pre-producción, así que Fincher se podría poner con ella en cuestión de semanas. Si la cosa sale mal en lo que a búsqueda de sus actores se refiere, el director tendría que tirar de otros de sus proyectos rumoreados, como la secuela de Millenium o la adaptación de la novela Gone Girl.