Eastman Kodak ha salido este martes oficialmente del estado de bancarrota en el que se declaró el pasado 19 de enero, según informó la compañía. Lo hace sin renunciar completamente al celuloide, ya que todavía aporta rollo de película para captura, distribución y archivo, dado que, este soporte sigue siendo el más barato y el más fiable para desempeñar esta labor.
La compañía, no obstante, ha sido objeto de una dura reconversión que incluye el abandono de su división de cámaras, la venta de patentes por valor de 525 millones de dólares a Apple, Google, Facebook, Amazon, Microsoft, Samsung, Adobe Systems y HTC, entre otras; el despido de casi 4.000 trabajadores (1.200 de ellos en diciembre de 2012) y la eliminación de beneficios médicos y sociales de 56.000 empleados jubilados.
La compañía confirmó el pasado 19 de enero su entrada en bancarrota tras presentar un balance con activos por valor de 5.100 millones de dólares y deudas por valor de 6.750 millones. Ese mismo día, nuestro follower Anxo nos precisó que la compañía “entra a partir de ahora en proceso concursal para negociar quita de deuda. Ahora habrá que ver como va la negociación y el % de activos fijos pero con una quita del 40% deberían sobrevivir”.
Uno de los primeros movimientos de la compañía para preservar su futuro fue, por ejemplo, el anuncio del desarrollo un negativo de gran duración y resistencia que permite conservar las películas a un precio más razonable que su almacenamiento en formato digital.