Ya se ha superado el ecuador de la 65ª edición del Festival de Berlín. Hasta el momento la gran favorita de la prensa es la británica 45 years de Andrew Haigh, que causó una gran impresión en su presentación el pasado viernes. Le siguen Las chilenas El botón de nácar de Patricio Guzmán, El club de Pablo Larraín, y la guatemalteca Ixcanul de Jayro Bustamante. Y en la parte baja de la tabla empatan Nadie quiere la noche de Isabel Coixet y Journal d’une femme de chambre de Benoît Jacquot.
Hoy se ha presentado solamente una película a concurso, la rusa Under Electric Clouds de Alexey German Jr. El hijo del director de Control de caminos ha querido hacer un retrato sobre el estado espiritual de Rusia a través de siete historias, que se desarrollan entre las gigantescas esculturas abandonadas de Lenin, y que son protagonizadas por personas que deambulan por la zona. Algunos espectadores han considerado que es una película extenuante y también magnética.

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Fuera de concurso se ha exhibido Every thing wil be fine ya que su director, Wim Wenders, es el receptor del Oso de oro honorífico de esta edición de la Berlinale. El film supone el regreso a la ficción seis años después de Palermo Shooting y está rodada en 3D. La cinta es un melodrama que está protagonizado por James Franco que da vida a un escritor que logra el éxito después de haber tenido un accidente en donde murió un niño cuya madre interpreta Charlotte Gainsbourg. Esta deconstrucción del melodrama no ha sido bien acogida, aunque sí se considera que es mejor que su última película de ficción, y que el 3D no aporta absolutamente nada, por mucho que Wenders diga que amplifica los sentimientos.




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Mañana se presentarán Aferim! de Radu Jude, Eisenstein in Guanajuato de Peter Greenaway y Gone With The Bullets de Jiang Wen. Aunque seguramente lo que más dará que hablar será la presentación de 50 sombras de Grey.