Diversos portavoces de compañías de cine y TV de Reino Unido han coincidido en valorar como “devastador” el efecto del triunfo de los partidarios de la salida de la Unión Europea en el referéndum celebrado ayer, que pone en duda, según las fuentes consultadas por Screen Daily, la estructura actual de la industria audiovisual británica y sus, hasta ahora, cruciales relaciones comerciales con la UE, que aportaba fondos de producción y libertad de movimiento, entre otros factores.
Por poner dos ejemplos, el precio de las acciones de cadenas como Sky o ITV han caído significativamente en las últimas 24 horas — la primera un 8%, la segunda un 19% –, mientras portavoces como Michael Ryan, presidente de la Alianza Independiente de Cine y Televisión, ha calificado el Brexit de “golpe tremendo a la industria”. A los pocos minutos de la apertura de las bolsas — el Dow ha abierto hace unos segundos –, compañías audiovisuales del mundo entero han registrado fuertes pérdidas, como era de esperar: Discovery Communications ha caído un 5,3 por ciento, Fox un 4,2, Viacom un 3,1, Walt Disney un 2,9 y Time Warner un 2,7.
“La producción de películas y programas de televisión es un negocio muy caro, muy arriesgado, y esta decisión acaba de reventar nuestros cimientos. Ahora mismo no tenemos ni idea sobre cómo se verán afectadas nuestras relaciones con los coproductores, con los inversores y los distribuidores. No sabemos si se nos impondrán nuevos impuestos cuando trabajemos en el resto de Europea, o cómo podremos levantar nuestras producciones sin fondos europeos”.
“El sector creativo británico ha sido un contribuyente sólido y vibrante a la economía. Ésto nos va a devastar”, ha lamentado Ryan.
El Brexit sucede en un país donde nueve de cada diez integrantes de la Federación de Industrias Creativas — la asociación a la que pertencen los sectores británicos de los estudios de Hollywood — apostaban por la permanencia dentro de la Unión, como también se han pronunciado gran parte de los intérpretes británicos, como Daniel Craig, Idris Elba, Patrick Stewart, Keira Knightley o Helena Bonham-Carter frente a la apuesta por la salida expresada por Michael Caine, Elizabeth Hurley o John Cleese.
En el comunicado remitido hoy, en respuesta al referéndum, la FIC se ha postulado como la organización que intentará ejercer de “puente en esta transición” donde la industria audiovisual británica, que el año pasado aportó 84.000 millones de libras — unos 100.000 millones de euros — a la economía nacional, deberá jugar “un papel esencial en la nueva representación del pais”.
FONDOS MEDIA
En los meses previos al referéndum, diversas voces alertaron de la pérdida que supondría el Brexit de los fondos del programa MEDIA, destinado a la producción audiovisual de Reino Unido. Para hacerse una idea, el país recibió 100 millones de euros de estos fondos en el periodo de 2007-2013.
“Creative Europe [la versión más reciente del programa MEDIA] ha apoyado a 227 organizaciones culturales y creativas, entre ellos 52 cines así como la distribución de 84 películas británicas en Europa”, hizo saber la Comisión Europea.
Ahora, la salida de Reino Unido implicará “perder gran parte del pegamento que proporcionaba el éxito de nuestro negocio”, lamentó la productora de Ken Loach, Rebecca O’Brien, una preocupación de la que se hizo eco el responsable de la Unión Internacional de Cines, Jan Runge, quien se hizo eco de que “la mayoría de los distribuidores estadounidenses operan en Londres”, antes de concluir que la salida de la UE implicará un “significativo paso atrás para el cine británico y europeo”.
Leo Barraclough, de Variety, subraya que la caída de la libra contra el dólar podría abaratar las producciones de Hollywood y otros países europeos — además, Londres podría imponer la política de incentivos que le viniera en gana –, pero también encarecerá la adquisición de películas, dado que estos acuerdos se cierran en dólares y en euros. Sin embargo, el efecto más destacado y tangible a corto plazo, ya: el periodo de incertidumbre de dos años hasta que se completen (según las previsiones más favorables), las negociaciones de partida.