Ayer Cannes acogió con los brazos abiertos a su hijo pródigo Lars Von Trier. Hace siete años el loco danés comentó en la rueda de prensa en donde presentaba su película Melancolía que entendía a Hitler, sus palabras indignaron tanto que el director tuvo que pedir disculpas pero eso no evitó que fuera declarado “persona non grata” por la organización del certamen. El castigo por no decir el paripé ha durado algo más de un lustro y Cannes no podía dejar escapar a uno de sus cineastas preferidos y ganador de la Palma de Oro por Bailar en la oscuridad aunque no ha sido seleccionado a concurso.
En The House That Jack Built sigue durante varias décadas a un asesino en serie, interpretado por Matt Dillon, que mutila y estrangula a sus víctimas siendo las mujeres su principal objetivo. En la cinta también intervienen Bruno Ganz, Uma Thurman y Riley Keough. Tanto en el pase de premiere como en el correspondiente para los medios acreditados ha habido deserciones por la violencia extremadamente explícita que se muestra, indignaron especialmente aquellas contra niños y animales. A pesar de la controversia, viniendo de su responsable no era para menos que levantara ampollas, y de que más o menos se coincide en que hay momentos en los que se pasa de aburrida, buena parte de la crítica la considera una obra fascinante por su absoluta falta de moral y prejuicios.
Va el tráiler.
Y el póster, inspirado en La barca de Dante, de Delacroix.
A concurso sí que ha ido En guerra de Stéphane Brizé en donde de nuevo vuelve a confiar en Vincent Lindon como protagonista. El actor fue reconocido con el premio de interpretación masculina en el 2015 por su anterior colaboración con el cineasta: La ley del mercado. Brizé sigue hablando de la crisis del capitalismo y en esta ocasión fija su mirada en los empleados de una fábrica de automóviles que en el pasado lograron un acuerdo con la compañía por el que los trabajadores aceptaban reducir su salario a cambio de proteger sus puestos durante al menos cinco años. Ese tiempo no ha pasado y la compañía ha tomado la decisión de cerrar la fábrica por lo que los empleados pasarán a la acción para evitarlo. Esta propuesta ha interesado muchísimo más a la prensa francesa que a la internacional que ha destacado (aparte de la encomiable actuación de Lindon como ese trabajador que se convierte en el líder del movimiento) el hecho de que el director haya decidido tomar distancia y no se ponga de parte ni de los que reivindican sus derechos ni de los administradores de la empresa.
Esta noche se presenta Solo: A Star Wars Story pero la crítica la verá mañana. Al igual que también corresponden a la siguiente jornada Under the Silver Lake de David Robert Mitchell y Burning de Lee Chang-dong.